miércoles, 5 de junio de 2013

SE ACABO #LaGallinaVasca 91

La Gallina Vasca, 18 mayo 2013



Dejamos la tele y renunciamos a la indemnización.

Se acabó. Boskovita se retira. Ver la tele fatiga y escribir sobre ella destruye. Para que hablar de los lectores, cada día más caprichosos, cada día más amargados, cada día menos. La tele es un valor a la baja, como un piso de periferia con alicatado setentero. La tele es un ente moribundo ahogado por los móviles smart, las publicaciones en facebook y las seriesyonkis. Los síntomas alarmantes de marchitamiento aparecieron con el surgimiento del tdt, como si la multiplicación de canales y de oferta para el televidente amplificara el hedor a podrido. Los programas de humor dan ganas de llorar y los debates serios dan ganas de reir, los espacios deportivas están poblados de gente gorda y los programas de tendencias de monstruos impresentables.
Ni siquiera estas paradojas postmodernas nos consuelan. Ya nada nos conmueve, ni los tertulianos fachas autodenominándose liberales, ni el patetismo de los buscadores de fama en el penúltimo reality absurdo, ni los consejos del telediario para que su hija no vista como una puta.
Estamos hasta los cojones y tenemos nuestras razones para estarlo. Todo comenzó hace dos semanas cuando nos enteramos que habían expulsado a una concursante de Gran Hermano por el siguiente comentario: "Yo a la única manifestación a la que he ido ha sido a la de la vuelta de ETA" Naturalmente al principio pensamos que era una hábil jugada de Tele5 para recuperar la audiencia que la exhibición de tetas de su presentadora espantó semanas antes. Pero no, la cosa iba en serio, la Asociación de Víctimas del terrorismo y los anunciantes ultras habían conseguido una cosa insólita, expulsar ilícitamente a una competidora televisiva por la dudosa calidad humorística de un comentario. Todavía no sabemos quién es peor, si los de la AVT por ver Gran Hermano sin estar concursando Rosa Díez, la Mercedes Milá por ser un avestruz en lugar de la audaz periodista que reclama ser o Argi (la damnificada) por no salir en Antena3 denunciando el vil tongo al grito de Gora ETA.

Por si esto fuera poco, hace un par de días apareció Iggy Pop en El hormiguero. Pues eso, todo lo que se puedan imaginar y peor. El mito vivo participando en las patochadas de los pseudo científicos del programa. Pablo Motos sacando la guitarra y forzando a la iguana a cantar una tontería de turno. Y los realizadores del programa pinchando continuamente “The passenger” cada vez que Iggy decía más de tres palabras seguidas. Todos sabemos que el seguidor medio del Hormiguero no puede digerir frases largas.

Iggy, la mar de simpático y sonriente. Todavía no sabemos si era porque había tomado algo o si se descojonaba por lo bien que pagan en España el hacer un poco el bobo participando en juegos infantiles de nivel principiante. Pero aquí no acabó la cosa, como Motos había estado un poco contenido ante la magnitud del invitado, apareció de la nada Mario Vaquerizo para dar ese toque de grima y oligofrenía que el programa exige. Mario hablando en inglés, Mario explicándose, Mario adulando... Pues eso, Mario en su salsa, Iggy, flipando y nosotros pensando para nuestros adentros “Nunca más”