The Marlboro Man

Todos estos nombres se perderán como
lágrimas en la lluvia pero perdurará el recuerdo de un equipo
dominante que aplastaba a sus rivales con melodiosa belleza. Como
permanecerá Zarko Paspalj, nuestro jugador favorito de
aquel mítico combinado plavi.
EL MITO.
Zarko Paspalj, pronúnciese paspal,
paspali, paspalia o paspalle, según el origen del comentarista.
Zurdo cerrado y heterodoxo hasta el paroxismo. Desde el principio
destacó por su imagen desaliñada y su andar desgarbado. La leyenda
dice que en los días anteriores a un partido importante no se
duchaba para doblegar con más eficacia a su defensor. La primera
impresión al verlo en una cancha de baloncesto era la de un hombre
incapaz de cualquier prestación atlética, impronta que se diluía
automáticamente cuando entraba en juego y daba rienda suelta a sus
múltiples recursos. De padre serbio, montenegrino de nacimiento y
yugoslavo hasta la médula. Su personaje histórico favorito era Tito
y confesaba fumar dos paquetes de tabaco al día. Su hábito se vio
agravado cuando le fichó la NBA, disfrutó como ninguno de las
bendiciones de las libertades de una economía de mercado. Zarko era
un infeliz sin saberlo, consumiendo la marca única de tabaco plomizo
del régimen socialista yugoslavo, cuando llegó a Estados Unidos
descubrió un mundo de logos por explorar, para finalmente abrazar el
paraíso con dos marcas comerciales insuperables: Marlboro y
PizzaHut. Los responsables de su equipo, San Antonio Spurs intentaron
superar su adicción con terapias de hipnosis, en vano. Al año
siguiente de retirarse del baloncesto sufrió dos ataques al corazón.
Cuando se recuperó, aprovechó su participación en un debate
televisado para afirmar que dos ataques no eran suficientes para
dejar los pitillos.
ZARKO EN TRES PARTIDOS.
Estados Unidos – Yugoslavia. Final
de los Juegos Olímpicos de Atlanta´96
Transcurría el segundo minuto del
partido, Gary Payton (9 veces All-Star) busca a Karl Malone (segundo
máximo anotador de la historia de la NBA) en el poste bajo. Paspalj,
que huele la maniobra, se adelanta e intercepta el pase. Media Europa
se levanta del sillón. Los americanos estaban preparados para frenar
a los NBA Divac y Danilovic, pero no contaban con un crepuscular
Paspalj de treinta años. El repertorio del montenegrino aquel día
fue espectacular, anotó de todas las formas posibles: canasta
triple, palmeo, tiros de cinco metros contra tabla o de espaldas al
aro. Nuestra canasta favorita fue un contraataque
después de una canasta norteamericana. Hacerle eso a los NBA es tan
extraño como ver meter un gol a un portero.
En definitiva, los yugoslavos
aguantaron el mercador lo que aguantó Paspalj, tres cuartos de
partido, pero su participación fue tan notoria que Atlanta Hawks le
hizo una oferta. A mitad del campus de verano con los Hawks, Zarko se
piró al Racing de Paris, en Francia también hay Marlboro y Pizzahut
y no se toman las cosas tan a la tremenda como los americanos...
Olimpiakos del Pireo – Joventut de
Badalona. Final de la Euroliga 1994.
Como dijo el prestigioso periodista
Vladimir Stankovic, Paspalj fue el jugador que cambió la liga
griega. Olimpiakos fichó a Zarko en 1991. Fue la primera estrella
internacional en una, por entonces, liga gris. Y entró a lo grande,
promedió en su primera temporada 33 puntos y 11 rebotes por partido.
Tres años más tarde llevó a la working class del puerto del
Pireo en Atenas a lo más alto, a la final de la Euroliga. En
semifinales eliminaron a su máximo rival, Panathinaikos, los vecinos
pijos del centro. Todo estaba preparado aquel día para hacer
historia. Paspalj, con su juego inverosímil, mantiene a Olimpiakos
en el partido, anota 15 de los 39 puntos de su equipo en la primera
mitad del partido. No sabemos cuantos cigarrillos se fumó en el
descanso, pero lo que ocurrió en la segunda parte fue uno de los
mayores bloqueos mentales que se recuerda en la historia del
baloncesto: Paspalj erró todas las canastas que intentó, cinco
tiros libres y seis lanzamientos de campo, incluido el último
intento en el último segundo del partido que podría haber forzado
la prorroga.
No sabemos si Olimpiakos le guardó
rencor por el fiasco o éste se harto del club, lo cierto es que dos
meses después ficha por el odiado Panathinaikos en un trueque con
Alexander Volkov. En el primer partido de Paspalj contra su ex-equipo
encestó tres canastas triples en el primer minuto de juego.
Yugoslavia – Grecia. Final del Europeo 1989
A Paspalj siempre se le ha recriminado
su deficiente defensa. Larry Brown, su entrenador en San Antonio
Spurs, justificó su expulsión del equipo antes de los playoff
para el título por su escasa actitud defensiva. Pero todos sabemos
que lo que sacaba de quicio a Larry era su afición al tabaco, como
así lo reconoció más tarde, “Paspalj tenía mucho talento pero
no puedo contar con un jugador que se fuma un cigarrillo en el
descanso de los partidos”.
Zarko desmintió en este partido el
bulo de su mala defensa secando a la gran estrella helena, Nikos
Gallis. El héroe griego, protagonista de la épica victoria en el
anterior Europeo frente a la Unión Soviética, promediaba 40 puntos
por partido. En este partido sólo pudo anotar dos canastas en la
primera mitad. Gallis se desesperaba, incapaz de zafarse del férreo marcaje de Paspalj,
incrédulo al ver cómo ese zarapastroso que era 25 centímetros más
alto podía ser tan rápido como él. Aquella noche comenzó el
glorioso reinado de la última selección yugoslava.
Es imposible volver a 1989, es
imposible que vuelva a existir Yugoslavia pero sí que es factible
que volvamos a disfrutar de unos cigarrillos en el pabellón mientras
vemos un buen partido de basket. No lo pedimos por nosotros,
hagámoslo como homenaje al gran Zarko.
Zarko Paspalj tribute por BOSKOVITA