martes, 1 de marzo de 2011

CRONICAS DE UN ADICTO # La Gallina Vasca 37

Uno de cada cuatro telespectadores vio y sufrió la ceremonia de entrega de los premios Goya de cine. Será que veníamos de disfrutar a Ricky Gervais, pero a la ceremonia le faltó brillo y le sobraron palabras. El numerito musical de Tosar, León, Silva y compañía rozó por momentos el bochorno y los chistes del Buenafuente eran bastante peores que los del Intermedio. Los dos momentos estelares de la velada no tuvieron nada que ver con el cine: por un lado, la actuación fuera de programa de Jimmy Jump y, por otro, el indescriptible plano de la jeta/papada de la ministra Pajín, que ha abierto un debate en las redes sociales sobre si la ministra se parece más a Bob Esponja, la Veneno o Jabba el del Imperio contrataca.
Como remate a este desaguisado ganó una peli sobre la guerra civil que tiene toda la pinta de ser un dramón, el cine español de siempre. La única peli de la noche que nos dio ganas de descargar fue el documental de Pasqual Maragall.
Para mejorar estos desajustes en la ceremonia se nos ocurre poner unos uniformados que expulsen de la platea a los brasas que se extienden en los agradecimientos, un poco al estilo Laura en América. También deseamos que pongan un presentador de garantías, Chiquito de la Calzada, por ejemplo.





El pOgrama poligonero de la Sexta, Princesas de barrio, es la revelación de estas fechas. Creíamos que iba a ser una cosa del tipo Callejeros o Vidas anónimas, pero no. La Sexta ha tenido el buen hacer de dejar unas cámaras domésticas a las juanis para que ellas mismas nos descubran sus andanzas por el extrarradio, con un estilo en el habla que nos recuerda a Peláez, el gitano de Gomaespuma. Hay momentos que dudamos si los personajes son actrices que desarrollan un personaje, pues la mayoría de las escenas son dignas del Camera café o de Qué vida más triste!. Realidad o ficción, lo que es innegable es que estas princesas han refrescado el idioma cervantino con expresiones como: “¿Qué pasa loqui?” (para contestar el telefono), se me caen las bragas al suelo” (connota aumento del deso sexual) o “a tope de power house!” (topera!).
Y la Paqui hubiera presentado los Goya mejor que Buenafuente, seguro.




Si la tele tuviera una lista Bilboard, como con los cds, Belén Esteban sería Lady Gaga. Y si Belén Esteban fuera un dibujo animado sería Enjuto Mojamuto. Que los escépticos hagan la siguiente prueba, cuando en el próximo Sálvame se presente la siguiente situación:
JORGE JAVIER: Hola Belén, ¿cómo te encuentras?
BELÉN ESTEBAN: ¿que cómo me encuentro? etc.
Como decíamos, la próxima vez que se presente esta situación, cierren los ojos y verán al mítico personaje creado por Joaquín Reyes. Garantizado.


Vamos a decirlo seguido y de una vez: Bisbal nos gusta. Como persona, ojo. Muchas mofas ha recibido últimamente sobre el comentario en el twiter de la rebelión egipcia, incluso desde las sagradas páginas de la Gallina Vasca. Lo que hay que entender es que Bisbal ni es ni será un experto en política ni en relaciones internacionales, no sabe quién es el presidente de Egipto, ni falta que le hace. Bastante con que conoce a Zapatero porque un día lo recibió en Moncloa...
Si hizo esos comentarios sobre la pena que le producía esas pirámides sin apenas turistas es porque sabe que cuanta más gente haya más alegría se nota en el ambiente. Bien lo sabe por sus conciertos multitudinarios que contagian vitalidad y buen rollo. Y Bisbal lo disfruta como la persona sencilla que es, no como el pretencioso ese de Alejandro Magno.
David nos ha conquistado con ese anuncio de Nocilla que se nos muestra tal cual, simpático, bonachón y payasete (en el sentido Fofito). Rogamos que alguna televisión le ofrezca un programa con canciones y concursos como, los de Torrebruno.

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