
"Nacido perdedor el diablo me ha hecho ganador".
Pleasure Fuckers
Como ya hiciera con Los Soprano, The Wire, Juego de Tronos o The Walking Dead, la editorial Errata Naturae ya ha sacado su libro sobre Breaking Bad y nosotros lo hemos leido. Un error, lo mejor que se puede hacer después de ver Breaking Bad es volver a verla. No obstante, esta lectura tiene sus puntos remarcables, sobre todo para esas personas con inquietudes culturales pero incapaces de seguir una conversación gafapastil sobre comunicación audiovisual porque su vocabulario está obsoleto y es incapaz de pasar del mcguffin de Hitchcock. Bien, gracias a este librito podrá desenvolverse con soltura aplicando los nuevos términos de la contemporaneidad. De este modo un open cold es la primera secuencia de un episodio, anterior a los títulos de crédito y cuya misión es atraer al espectador para que vea el capítulo. Y un cliffhanger (al borde del precipicio) es la escena final del capítulo que, por su suspense, deja al televidente con unas ganas caninas de tragarse otro episodio. El time lapse es esa técnica con la que las nubes avanzan a cámara rápida y los atardeceres duran tres segundos. O una wristcam es una minicámara que se coloca en la muñeca del actor.

Después de aprenderse esta terminología anglosajona puede usted rizar el rizo y utilizar vocabulario fino en español para desconcertar a esos tertulianos de barra que van de intelectuales. No diga que hay saltos en el tiempo en la historia, afirme que existen anacronías en la narración y una fragmentación diegética. Está pasado de moda decir flashbacks y flashforwards, afirme con rotundidad erudita que hay prolepsis y analepsis.
Por lo demás, el libro no trae fotos
de Walt ni de Saul ni de Pollo Los hermanos, así que no pasa nada si
se ahorran los 20 pavos y los invierten en un par de pollos de los de
verdad.
TODO ESTABA EN LA QUÍMICA.
Cuando hablamos de la desembocadura de
Breaking Bad, debemos hablar de la sensación de asistir a un
tsunami desde la comodidad de nuestro sofá, de sentir gozosos una
escalada orgásmica hacia la plenitud, de que cada temporada y cada
episodio supera el anterior, tal y como quedó demostrado en el
capítulo final, que generó 22000 twits por minuto durante
todo el día siguiente a su emisión. El esperado desenlace de la
serie ha unido a crítica y público para convertirla en un
acontecimiento referencial, un paradigma del entretenimiento de
ficción contemporáneo. La agudeza de cada plano, la belleza de cada
angulo, la síntesis de cada diálogo, la precisión de cada detalle
sobrecoge al espectador hasta hacerle creer que está asistiendo a un
nuevo capítulo de la historia de la televisión.
Hay que decirlo. Si no lo digo, reviento, Breaking Bad ha superado a The Wire y AMC ha adelantado a HBO.
APRENDA INGLÉS CON BREAKING BAD.
Conocedores de la situación
socioeconómica que vivimos, seguro que en estas desgraciadas fechas
te has planteado la necesidad de saber inglés. No es necesario que te gastes los ahorros
en ese método pujante de aprendizaje que ofrece el periódico
mayoritario cada domingo, con Breaking Bad puedes aprender las
frases necesarias para defenderte en nuestro entorno apocalíptico.
I am the one who
knocks the door

Yo no estoy en peligro, yo soy el peligro. Un hombre abre la puerta y le disparan y piensas que he sido yo? No, yo soy el que llama. A utilizar en situaciones en que algún anglófilo te viene a decir “no te vayas a hacer daño...”. Si dices I am the one who knocks the door y el receptor ha visto la serie, no es necesario decir más, él ya ha entendido que no eres un pringao sino el mero chingón. Si el receptor no ha visto la serie es mejor decir la otra frase: I am not in danger, I am the danger.
Stay out of my territory.
No os metáis en mi territorio.
Estás en tu discoteca de confianza y de pronto unos turistas güeros
empiezan a cortejar a la hembra que llevas currándote hora y media.
Acércate al más guapo, mírale fijamente a los ojos y suelta la
frase. Él entenderá que si no abandona le espera el dolor.
Di mi nombre! Ese estudiante
erasmus que te cae gordo, lleva cuatro meses en tu misma clase y
todavía sigue mirándote raro. No importa que nadie os haya
presentado, él ya sabe quién eres porque tú eres un tipo con
personalidad y carisma. Mírale y exhorta con firmeza. Él se hará
el despistado. Repítelo más despacio: Say-my-name... Sin duda
alguna claudicará y dirá tú nombre. Y tú aprovecharás para
rematar con “You goddamn right” (acertaste, pendejo)
Yeah! Magnets, bitch!
Jesse Pinkman tenía la sana costumbre
de adornar con bitch el final de las frases importantes, haz
tú lo mismo. Puedes cambiar magnets
por tus palabras favoritas: donuts, beer, Athletic, Bildu, Basagoiti,
batzoki, etc.
Shut the fuck up and let me die in
peace.
Un poquito de por favor... A
utilizar en situaciones límite, donde te han jodido pero se empeñan
en seguir hablando: te ha atracado algún policía con una multa
ilícita, has recibido cuatro porrazos en la cabeza por antidemócrata
y sedicioso, la rubia holandesa de los cojones te acaba de decir que
necesita un tiempo... Con esta frase ellos se callarán y te darán
un poquito de aire.
Y esto es todo,
recordad, manteneros alejados de la droga. Winners don´t use drugs, use doping
Brillante!
ResponderEliminarFdo: el horquillas.
He leido hasta lo de inglés. Menuda puta mierda. Con este parrafo: "Si Los Soprano era Shakespeare y The Wire era Tolstoi, Breaking Bad es el Quijote, Crimen y Castigo, El extraño caso del Doctor Jekill y Mister Hyde y Pedro Páramo mezclados con la sabia precisión del alquimista Heisenberg" pareces Angulo. Quiero al boskovita del doping de Armstrong y del cancer de Kiko, no de analisis bohemios dignops de Happy Morgue o de cualquier enemigo de Matutano; pringao.
ResponderEliminarpullaka, hueles a vino. vete a trolear el blog de inda. afortunadamente para la humanidad lo que tú quieras es irrelevante. aprende a ser un caballero como el horquillas. horquillas, pienso en ti y en tu peinado todos los días
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