jueves, 11 de diciembre de 2014

LA CRISIS DEL LIBERALISMO TELEVISADA #LaGallinaVasca 117

Seguirán mandando en el mundo y en los hombres, esperemos que no por mucho tiempo, pero a nivel discursivo el neoliberalismo está herido de muerte. Ha perdido toda la ventaja que cobró con el derrumbe de la Unión Soviética y se ha podrido víctima de sí mismo.
 Cada cuál debe hacerse responsable de su posición social, papá estado no puede resolver tus problemas, la gestión privada es más eficaz que la pública... todos los enunciados liberales, que tenían un importante calado en el sentido común de las masas, se han derruido como el muro de Berlín con la gran recesión del 2007. Han bastado 25 años para para destapar la falacia del fin de la historia, del mercado autoregulado y el parlamentarismo liberal como motor de la civilización. Finalmente el dinamismo capitalista ha mutado en canibalismo galopante. Se ha pasado de defender el derecho al individualismo a la instauración de un sistema cuyas piedras angulares son la codicia y la explotación despiadada. Así hemos llegado con empujones al borde del precipicio.
En el reino de España la cosa ha adquirido tintes berlanguianos (de Luis García). España clientelar, antítesis de la meritocracia. España, un constructo sin tradición liberal, un día se acostó nacional católica y al siguiente se levantó liberal. Un mirador inmejorable para observar y deleitarse con las trampas del estado al servicio del gran mercado: el beneficio me lo quedo yo, las perdidas las pagamos a escote. Para ilustrar todo esto, que mejor que la tele y la participación de liberales trasnochados para reproducir el discurso añejo. Y además, en las dos teles privadas -Mediaset y Atresmedia- con las que el libremercado nos ha bendecido. Porque esto no es Cuba, aquí se puede elegir, entre el liberal pureta-clásico y el liberal modernito.



Se empieza creyendo en el mercado regulado por la ley de la oferta y la demanda, y se termina en una degeneración aguda del espíritu humano como la que muestra la imagen.








 Leopoldo Fernández Pujals. Viajando con Chester de Mediaset.
El liberal pureta. Presidente de Jazztel y única persona que ha entrado en el Ibex-35 con dos empresas diferentes (TelePizza). Un cubano de familia exiliada que haya combatido en Vietnam debe de ser un neoliberal como el mercado manda y así lo demostró, “Lo típico de personas que no quieren triunfar es desanimar a otros para ellos no quedar en desventaja si por casualidad triunfa”. A pesar de haber vendido Telepizza por 370 millones de euros, afirmaba no tener dinero propio, sólo deuda. Su fichaje por Jazztel adquirió por momentos tintes poéticos “si yo hubiese sido un ser racional no entro pero, como soy un ser atrevido, me metí”.
El clasicismo de sus formulas liberales era para tomar nota: “La falta de empleo se debe a la falta de empresarios bien formados”. Otra importante lección que nos dio es la de hacerse el tonto cuando convenga, de este modo afirmaba desconocer la reforma de la Ley Laboral y no estar seguro de que Las Bahamas fuera un paraíso fiscal, a pesar de tener la residencia allí.
Cuando Risto le tocó los cojones con eslóganes filocomunistas del tipo “¿qué te parece que en España el 1% de la población acumule el 70% de la riqueza”, Leopoldo utilizó el comodín: “es que yo soy liberal”.
Hay que agradecer que Leo mostrara el recetario sin tapujos, que espabilen los muertos de hambre, el mundo es para los valientes, el que no sea ambicioso que se eche a un lado. Eso sí, cuando afirmó que como gobernante escogería a Amancio Ortega o a Juan Roig, nos manchamos los pantalones del acojono. Vale que nos den por el culo, pero un poquito de vaselina, por favor.




La ideología neoliberal perjudica seriamente la percepción de la realidad.




 Josef Ajram. La Sexta Noche de AtresMedia

El liberal modernito. Lo de este es más grave. “Atleta y broker” decía el faldón de presentación, ni idea de cómo le va en esas dos áreas pero como divulgador de la ideología liberal no pasó del nivel panoli. Tampoco debería habernos pillado de sorpresa, sus mantras de nivel adolescente: “No sé dónde está el límite, sí sé dónde no está” o “primera regla para ganar: no perder” ya vaticinaban una entrevista insustancial y vacua, como así fue.
Empezó a lo grande afirmando que la crisis había terminado. Pero ¿qué crisis? ¡La crisis es un invento de la gente débil! Luego, ante la calidez que da el paisano López a todos sus entrevistados, Josef se vino arriba y vomitó su interiorizada cosmovisión protocapitalista “En el momento que pedimos una hipoteca vivimos por encima de nuestras posibilidades”. Sus diagnósticos demostraban estar al patético nivel de sus tatuajes “La crisis ha sido culpa de nuestros padres por inculcarnos una educación donde el éxito se basaba en tener una carrera universitaria y un piso en propiedad, y eso es una cultura errónea”. Así de claro, las masivas hordas de jóvenes que querían un título universitario tarde o temprano nos iban a conducir al desastre... Las pifias mentales del triunfador Josef: “he preguntado y he llegado a un consenso político” derivaron finalmente en recetas impresentables: “Acudan a la compasión y a la caridad”, recomendaba a los excluidos y a los parados de larga duración.
El colofón fue insuperable a la hora de conjugar asco y surrealismo. Subieron al atleta a una bicicleta estática para que el intelectual contestara lo primero que se le viniera a la mente mientras se iba endureciendo el pedaleo:
-¿Amancio Ortega?
-Un ejemplo .
-¿Candido Méndez?
-Ladrón.
-¿Díaz Ferrán?
-No sé. Pasa palabra.

 Y ya no nos da tiempo para comentar esto último, que el día avanza y todavía no nos hemos dado de baja en Jazztel.