ANGELILLO DE UIXÓ.
El momento más bochornoso del bochornoso verano.
Mira que era dura la competencia. El
bolo en el Senado del Presidente del Gobierno y su “fin de la
cita”, el baño de chocolate a una alérgica al ídem -y el
frustrado intento para que sus compañeros de programa “le quitaran
el chocolate a lametazos”- en el reality veraniego de Tele5
o la disparatada película de espías que Angel Carromero
narraba en 13tv para
goce de los tertulianos más integristas.
El listón estaba alto pero gana de
calle Antena3 y su Espejo Público con una
patética, grotesca y mezquina entrevista a nuestro nuevo héroe:
Angelillo de Uixó. Un esclarecedor ejemplo para las
facultades de periodismo de cómo no debe desempeñarse el
oficio.
Pero empecemos por el principio. Como
muchos ya sabrán, hace un par de semanas la Guardia Civil detuvo a
un vecino de la Vall d'Uixó, A. B. G. de 38 años, acusado de hacer
apología del uso de las armas, de un delito de amenazas graves y una
falta de maltrato a animales ya que en uno de los blogs mostraba cómo
dejaba morir a un perro. Con el paso de los días se demostró que
las instituciones españolas volvían a hacer el ridículo. Las armas
eran de pega, el video del perro moribundo era una denuncia por la
ausencia de protectoras de animales que se hicieran cargo del animal
enfermo de leishmaniosis y las video-amenazas vestido de Bin Laden
resulta que eran simples sátiras de este emergente juglar.
La improcedente detención nos había
descubierto un autor entusiasta, a un comediante fronterizo. A cualquiera que se interesara por la
noticia y viera (someramente) sus videos descubriría a un original
creador que le gusta agitar en su cocktelera fábula y actualidad,
que la goza jugando en los límites de la comedia y el drama.
Cualquiera excepto Antena3 y su programa Espejo público más
habituados al humor blanco y fácilmente digerible de El club
del chiste.
Golpe mortal al terrorismo en Uixó: una réplica de pistola, una carabina de balines y una ametralladora inutilizada de cuando la guerra civil.
Como Susana Griso está de vacaciones, para ser justos, vamos a hablar individualmente de los perpetradores de esta infamia:
SANDRA DAVIN. El nombre no les
suena pero la cara sí, puesto que es la presentadora de El
Diario. Ya saben, la continuación de El diario de
Patricia, Esta es mi gente, etc. Sandra resultó
ser la más condescendiente. Normal, habituada a tratar y/o
aprovecharse de los personas más discapacitadas espiritualmente,
Sandra trataba al genial Angelillo como a ese terrorista que todavía
tiene una oportunidad de redimirse: “¿no te das cuenta que
hieres sensibilidades?”, aunque lo mejor fue su sentencia
final: “Debería usted ser más responsable con lo que emite”.
Claro que sí, que lo dice la presentadora de El diario, ni
más ni menos.
Roberto no sigue el consejo de Groucho de "mejor permanecer callado y parecer tonto..." y así le va.
ROBERTO
LEAL. De éste no les suena la cara ni el nombre ni les
sonará. Semiguapo, intelectualmente plano, camelaviejas, de dicción
mejorable y talento invisible. Fue de largo el más maleducado, hacía
una pregunta y cortaba inmediatamente al entrevistado con alguna
irritante impertinencia. Lo más triste -y que a la postre despertó
nuestra compasión- es que intentaba ser irónico pero no podía,
como demostró en su intervención final: “Perdona, que mi nivel
de inteligencia no llega hasta ahí, ya me lo explicarás”. ¡Ay
Robertito! Para que funcione una ironía, el sentido literal del
enunciado tiene que ser el contrario al sentido real. Está claro que
éste no es el caso.
JOSE CARLOS, EL PSIQUIATRA. Se
nos ponen los pelos de punta sólo de recordar al loquero. Nos
quedamos totalmente descolocados al comprobar que “el terrorista”
guardaba mejor las formas y se comportaba con más templanza que “el
médico-psiquiatra”, quien dominado por su vehemencia y
posiblemente por su ideología llegó a afirmar: “Yo si fuera el
juez de instrucción de su pueblo, yo hubiera ordenado ya su
reconocimiento psiquiátrico y por si acaso hubiera tomado una medida
cautelar no sea que monte usted algún pollo”. Vamos, es que es
oír esto y acordarte de la enfermera jefe de Alguien voló
sobre el nido del cuco...
José Carlos era el más preparado
aquel día en el plató de Espejo Público, tal y como demostró con
la siguiente reflexión: “Hay personas que tienen un cociente
intelectual bajito, hay gente que tiene trastornos de personalidad,
hay gente que está enferma de la cabeza, y si usted dice tal y como
lo está diciendo.... Me parece que está animando, que está
estimulando a algunos descerebrados a que haga cosas parecidas a las
que usted relata. Y creo que eso es peligroso”.
Es evidente. Angelillo es un mal
ejemplo para los descerebrados de este mundo. ¿Se imaginan que todos
los tarados de pronto le dieran la espalda a la reproducción del
mundo planteada por nuestros medios de comunicación y se revolvieran
contra el actual sistema? ¿Entonces quién concursaría en La
ruleta de la fortuna? ¿Quién presentaría Atrapa un
millón? ¿Quién llamaría entonces a los programas de
casino y de videntes en las madrugadas de Antena3?
No hay comentarios:
Publicar un comentario