Conocí a Javier Madrazo hace más de
veinte años. Él era profesor de filosofía de COU, yo era su
alumno. Tenía la mirada huidiza y el habla ética. Cuando entraba en
el aula sentía la sombra de un impostor. Su metodología era
ridícula y su elocuencia deficiente, lo máximo que inspiraba a sus
pupilos era el renunciar a la filosofía en todas sus formas. Aunque
aún no había dado el salto al circo político, ya se oía en los
pasillos su posible entrada en Izquierda Unida.
Recuerdo el malévolo comentario de un compañero de pitillo en el
patio del instituto “Se ofreció al Partido Socialista,
pero como no le dan sillón está en IU”. Por entonces Madrazo ya
aparecía en la tele como portavoz de Bakea Orain, una
organización que salvo leves matices decía lo mismo que Gesto
por la paz. “se fue de Gesto porque no le daban
cancha, es un figurín”, explicaba mi colega.
En apariencia, populismo descafeinado. No descartamos tampoco que sea un fotomontaje.
Le conocí en su último año como profesor, antes de revolcarse en el fango parlamentario. Después examiné sus pasos con insaciable devoción, me deleitaba con su imparable ascenso, entre la fascinación y el horror.
La verdad es que supo montárselo bien,
era el momento y estaba en el lugar. Euskadiko Ezkerra
se había liquidado en brazos del PSE y dejaba una bolsa de
80.000 votos por aprovechar, la magnética retórica de Julio
Anguita hizo el resto. IU- Ezker Batua
consiguió 93.000 votos y seis escaños en las primeras elecciones
autonómicas a las que se presentaba y Madrazo era nombrado portavoz
parlamentario de la coalición. A partir de este momento estuvo 15
años pisando alfombras.
Si algo ha demostrado Madrazo es que es
un superviviente, supo superar el desfallecimiento del efecto Anguita
y aprovechó hábilmente la ilegalización de los batasunos para
formar una coalición de gobierno con la derecha vasca en las
elecciones del 2001. Con su nombramiento como consejero de vivienda
en el gobierno Ibarretxe, Madrazo alcanzó su máximo
esplendor: los trajes más imponentes, las camisas mejor planchadas y
los zapatos más brillantes que nunca; el A6 con chófer y
guardaespaldas, fotos en las páginas impares de los diarios del
régimen, minutos insustanciales en el Teleberri... Hasta llegó a
salir en La Pelota Vasca de Julio
Medem, protagonizando los minutos de metraje más
prescindibles.
Madrazo como tantas otras figuras de la
política se ha caracterizado por dilatar al máximo su presencia en
los puestos de mando. Naturalmente, como tantos otros, no es una
querencia a la poltrona sino un ejercicio de responsabilidad y de
deber para el pueblo. Mayor mérito es el suyo que lo ha conseguido
con una oratoria tendente al bostezo y una absoluta carencia de
carisma. En 2009 se presenta por quinta y “última” vez a las
elecciones autonómicas. El descalabro fue monumental y perdió su
escaño. Madrazo dimite pero no. No era la primera vez ni será la
última...
A partir de aquí el hundimiento es
continuo, de los varios escándalos se lleva la palma el del verano
del 2011. Xabier Agirre del PNV le saca los
colores a IU con su intervención en las juntas de Araba:
“A usted (Nerea Galvez de
IU-EB) le parece que
son diferencias programáticas el que no hayamos accedido a colocar a
19 de sus afiliados, ¿es discrepancia programática que coloquemos
de manera cualificada y disfrazándolo de algún proceso de selección
a Julia Madrazo (sí, la hermana) en la dirección de la obra
social de la BBK? (…) ¿que les consiguiéramos un
crédito de 600.000€ ? (…) ¿que nos exigieran que si
gobernábamos (sic) en esta diputación, debiéramos nombrar tres
asesores de Esker Batua?”
Después de este momento glorioso, Madrazo dimite una o dos veces más, IU-EB se escinde al estilo Guns N´Roses y finalmente desaparece.
Pero esto no se ha acabado, ahora
resulta que quiere meterse en Podemos, que acude a los
círculos de Rekalde, su barrio. Supongo que cualquiera tiene derecho
a ir a las reuniones que le plazcan, pero ¿cómo se conjuga la
crítica a la casta política habiendo vivido casi 20 años del
cuento? ¿cómo se pueden denunciar las puertas giratorias si tu
hermana y compañera de partido (sí, Julia) fue enchufada por Azkuna
como presidenta del Tribunal Económico-Administrativo del
Ayuntamiento de Bilbao? ¿cómo se puede apelar al barrio y a la
conciencia obrera si en las infaustas jornadas de Kukutza sólo
se te vio de refilón?
Madrazo con un amigo improvisando unas rimas urbanas y muy de izquierdas
He intentado dar luz a estos interrogantes visitando su blog pero sólo he encontrado cháchara progre, banalidades politiqueras, lugares comunes y aroma a rancio. Después de veinte años sigo teniendo la misma impresión de él, por eso no me preocupa tanto el que intente volver a la política, como el que esté dando clases de filosofía en un instituto.
En lo de Kukutza se cruzó con masas encolerizadas que iban volcando contenedores de basura a la altura de General Concha. Poco más y le dan bolquete a su Porsche todoterreno con el dentro. La cara de acojonado que se le quedó cuando le cercaron y le dieron un par de toques al buga fue épica, ni abrió la boca, solo tragar saliva.
ResponderEliminarGran crónica
ResponderEliminarQue bueno, he leido el texto festejando cada zasca.
ResponderEliminarMi reflexión es la que hacía Gabriel Celaya (me pongo el monóculo para citar) "maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse"...cambiemos "poesía" por política, educación... nos sobran mr. Celofaines, srs. Pasaba por aquí, y dones nadies que banalizan y convierten en ridículo lo que tocan.
Nos falta gente que tome partido hasta mancharse (no PP style, se entiende).
Hasta aqui mi reflexion. Voy a comer cereales.
Gracias por vuestras publicaciones, me quito la calavera.
Fdo. Marietta la traidora.