martes, 9 de marzo de 2010

La vida sin Rafa Mora


¿Cómo podremos sobrellevar los mediodías sin Rafa Mora?
¿Cuántos simuladores tendremos que soportar para olvidar el original?
¿Cuántos emisiones dará Tele5 hasta que se dé cuenta de que sin Rafa Mora no hay programa?
La respuesta, amigos míos, está en el viento.

Sí, se hace difícil imaginar Mujeres, hombres y viceversa sin su imagen de los últimos meses: Rafa Mora García. 26 años, policía portuario, 3 horas de gimnasio al día, Vin Diesel de discoteca, John Cobra de alta cuna, cuerpo depilado, pecho abultado, picha escondida en KalvinKlein, diamantes en las orejas, BMW en el parking, ¿vale? y al que no le guste, hay tiene la puerta, nano.
Rafa marca tendencia, es una realidad. Lo demostró cuando su coletilla preferida "Me río en tu cara! JAJAJA!" fue imitada hasta la saciedad por sus compañeros de programa. Y aunque le pierdan las formas y en alguna ocasión tuviera que invitarle Emma García a abandonar el plató por alguna salida de tono, todos sus admiradores sabemos que detrás de ese inflado pectoral se esconde un gran corazón ¿vale?

¿Qué no sabes de qué estoy hablando? Ahora te lo voy a explicar bien para que entiendas ese gran programa llamado Mujeres, hombres y viceversa, nano.
El formato es importado de Italia y básicamente se trata de encontrar pareja. Ingredientes:
La conductora: Emma García.
Ya esté, sentada en las escaleras del plató, escuchando a los concursantes o, cara a cara, escrutando a algún invitado o andando mientras elucubra con mirada inocente las más retorcidas especulaciones, Emma es la jefa, la única persona capaz de hacer callar a Rafa.
Muchos son los que opinan que Emma es una mandada que, aunque siempre presenta programas de dudosa ética, en realidad ella no puede elegir. Enorme error, a Emma le gusta lo que hace, bien sea en máquinas de la verdad, bien sea haciéndole de rabiar a Rufino o ejerciendo de madame en Mujeres, hombres y viceversa. Emma la goza aunque a veces ponga caritas de disgusto.
Apartada la Gemio del medio televisivo, la García es su digna sucesora como exploradora de la vida personal del vulgo ignorante. Y nosotros la admiramos, porque sólo ella es capaz de decir frases tan profundas como "los caminos del amor siempre están llenos de sobresaltos" o "es difícil tener las cosas claras cuando entran en juego los sentimientos" para a continuación pasar al anuncio de las compresas o a las promociones del politono con esa naturalidad que sólo ella tiene.

Los tronistas. Estos son los que eligirán a su pareja entre varios pretendientes que van yendo y viniendo. Aguantan todo lo que sea con tal de salir en la tele y por lo general duran hasta que les da un ultimatum el programa, en ese momento eligen porque no queda otra.
Si es hombre, el tronista suele ser futbolista, torero o madero o aspirante a cualquiera de las tres. Si no es así, suele tratarse de un nini.
Las mujeres, por lo general Vanes y Jenys operadas, incultas y de la pequeña burguesía. Aspiran a convertirse en princesas por el camino rápido. Ambos, hombres y mujeres están encantados de oirse a sí mismos y hablan abiertamente de sus sentimientos sin el menor pudor. El mejor tronista de la historia del programa, sin duda, Rafa Mora.

Los pretendientes. En un status inferior al tronista, el pretendiente clásico también aguanta carros y carretas con tal de salir en televisión, está dispuesto a meter el codo y pisar al rival con tal de renovar una semana más. Los más dotados y videogénicos podrán ser llamados como tronistas en el futuro. Tronistas y pretendientes no pueden tener ningún contacto sexual mientras dure el programa. Habitualmente esta regla de oro suelen pasársela por el arco del triunfo, lo cuál servirá para cotilleos, encarnizadas disputas y acaloradas discusiones que dinamizan el programa.

Los consejeros del amor:
Pipi Estrada, periodista deportivo a ratos y gladiador televisivo full time. Si Rafa Mora ya es más hortera vistiendo que Sergio Ramos, Albelda y Villa juntos. Pipi hace a Rafa Mora elegante. Sus apariciones en el programa sientan cátedra (para él) y dan grima (para el resto). Seguimos sin entender porqué sigue en el programa.
Lucía Lapiedra. Pareja del anterior, se cambió de nombre (nunca nos acordamos de cómo se llama ahora) cuando dejó el cine porno y abrazó el medio televisivo. Alguien la dijo una vez que a la gente le interesaría más verla hablar que verla follar y ella se lo ha creído.
Que los consejeros del amor sean una pareja que está en crisis crónica es una de esas paradojas que hacen a este programa tan singular.

Y luego hay más gente, opinadores de que en el público, Mari haciendo ganchillo en la mesa camilla, los amigos defensores de los tronistas... pero a quién le importa estos detalles si ya no está Rafa Mora, si ya ha elegido a una pareja (la de la foto).
Ya sólo vivimos con la ilusión de que lo contrate una noche de éstas el Anaconda para ir a reirnos en su cara, ¿vale nano?

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