viernes, 29 de marzo de 2013

El futbol y la furia #GallinaVasca 85


EL FUTBOL Y LA FURIA.
El futbol es el nuevo rey de la noche justo antes de la hora de nuestro rey favorito: Sandro.
Fracasó Andreú Buenafuente en su asalto por reconquistar la noche con un late night a la americana y fracasará todo aquel que lo intente, por lo menos durante un tiempo. Lejos, muy lejos quedan aquellos tiempos de esplendor de mississipis, pelícanos y marcianos. El periodismo grueso y fronterizo de Sardá y Navarro se han quedado más obsoletos que un VHS. Ahora triunfa el periodismo ordinario y sentimentaloide, el periodismo de cubata y barra americana.
No vamos a echar la culpa al futbol. Hace más de tres décadas José María García aka El Butano elevó este género de periodismo a unas niveles que no ha vuelto a alcanzar. Vehemente y apasionado, sí, pero sobre todo riguroso, crítico y magnético. Butanito logró que millones de castellanoparlantes europeos fuesen antes a la cama para disfrutar en la radio de su cruzada contra los corruptos y poderosos, valga la redundancia.
No, la culpa no es del futbol, la culpa es de José Ramón de la Morena, sustituto del propio García en la Cadena SER, que hizo la pirueta de cambiar periodismo por forofismo. Después vinieron todos lo demás: J.J. Santos, Patxi Alonso, Los Manolos... Entretenedores de tercera que intentan alargar durante horas un partido de 90 minutos, que si el encuentro tampoco da para mucho más de sí, ellos dan para bastante menos.
El culmen de todo esto son los dos programas estandartes de la actualidad: Punto Pelota en Intereconomía y Futboleros en MarcaTV- Ambos funcionan con el mismo esquema:
Un presentador-conductor-moderador tolai desbordado por la vehemencia de los contertulios y que no las ve venir.
Tertuliano tipo A. Profesionales de la palabra, algunos hasta con licenciatura en periodismo. Cegados por su fanatismo, idolatran a su equipo más que a su propia familia.
Intolerantes, obtusos y cerriles. Descarten la idea de tener una conversación mínimamente racional con ellos.
Tertuliano tipo B. Ex-jugador o famosete, intenta aportar equidistancia y cordura. En realidad lo que quiere es entrenar un equipo de futbol o realizar una pelí documental, mientras tanto está en ese programa para hacer tiempo. Si en algún momento parece que tiene sentido común es por contraste con el tertuliano B.
Complementos: ex-arbitro, básicamente para mofarse de él. Becaria bien maquillada para que parezca que está buena, becario enchufado con todos los boletos para llevarse una guantá con la mano abierta: Uno que pasaba por ahí debido al tema del día de máxima vigencia, etc.

Todo esto debe ser entendido en el contexto de bipolaridad dominante en la Liga BBVA entre los dos poderosos clubes que gastan dineros a espuertas y venden periódicos como churros: el Farsa y el Mandril. Un contexto ideal para el espectador vasco que ve con cierto desapego el devenir de estos dos monstruos del futbol español y que de esta manera podrá paladear con más gozo la vergüenza ajena, el horror y la fascinación que producen estos programones.
Para vergüenza propia, sobre todo del espectador bizkaitarra, ya tenemos Bilbosport y al inefable Edu Velasco, y toda su cuadrilla de inexplicables tertulianos repasando la actualidad del Athletic Club de la forma que más nos gusta: como talibanes sin criterio, sin fundamento y sin vida propia.

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