La Gallina Vasca, 16 de marzo del 2013.
LA REVOLUCIÓN EN DIRECTO
LA REVOLUCIÓN EN DIRECTO
Duro golpe la muerte del comandante. Y
hablamos exclusivamente desde el aspecto mediático, no habíamos
sido tan conscientes de la perdida de un activo televisivo de este
calibre desde el fallecimiento del mítico locutor Andrés Montes.
Todo el mundo le echará de menos, incluso los que han echado pestes
con el cadáver todavía caliente.
Desde aquí, ahora que ya no está, le
perdonamos su pompa militarista, su fanatismo religioso y sus tics
paternalistas. Echaremos de menos su carisma, sus cojones, la
arrolladora fuerza de su discurso y sus deliciosas salidas de tono.
Desde el “eres un ignorante, mister Danger” dedicado al
donkey Bush hasta el “váyase largo al sipote, señor
Blair” dedicado al panoli de Tony. Aunque la mejor -seguro que
estarán de acuerdo- era el aviso que le mando al presi mexicano “yo
soy como el espinito que en la sabana florea, le doy aroma al que
pasa y espino al que me menea”. Todo esto en directo, donde los
grandes demuestran su condición.
Chávez ha sido el gran revolucionario de su tiempo en Latinoamérica y gracias a la tele. Los escritos líricos del subcomandante Marcos ha calado más en los universitarios europeos que en los indígenas americanos. La televisión monocorde cubana y los discursos eternos de Fidel han terminado siendo salivazos contra el viento.
Chávez podía ser tan brasas como
Fidel (hasta diez horas seguidas en antena rajando) pero daba la
posibilidad al pueblo de cambiar de canal, porque en Venezuela hay
canales controlados por la oposición aunque se intente dar la
impresión contraria. Hugo Chávez supo conectar con el pueblo y con
los olvidados de los ranchitos ¿Acaso hay algo más grande que ver a
un presidente que gasta su domingo arreglando los problemas de la
patria en vivo y en directo? De esta manera, arrolló en las urnas,
que es lo que jode en occidente. Probablemente el comandante hubiera
ganado las mismas elecciones sin su programa dominical pero con Aló
presidente todo fue más sencillo.
AQUÍ HUELE A ASUFRE.
Las reacciones al óbito de los mass
media españoles han sido dignas de monarquía bananera. Una
oleada de asco, pena y vergüenza nos ha invadido al comprobar que
los sucesivos debates posteriores a la noticia seguían el mismo
esquema: por un lado, furibundos antichavistas que recriminaban la
tibieza de la izquierda ante el dictador; por el otro lado, moderados
socialdemócratas que, primero, balbuceaban que Hugo Chávez había
ganado limpiamente las elecciones a las que se presentaba y,
posteriormente, bajaban la cabeza ante la radicalidad de las posturas antichavistas.
Las cosas que sacamos en claro de estos
debates fueron éstas: Hugo Chávez era un tirano y un dictador. La
muerte del dictador posibilita la marcha de Venezuela a una
transición, hacia una verdadera democracia, se entiende. El dictador
exterminó la clase media de Venezuela, que era, antes de la llegada
de éste, muy amplia, muy próspera, muy rica y muy guapa.
En resumidas cuentas y de manera simple
para la gente que no entiende: Venezuela es una dictadura y España
es una democracia. Si los venezolanos siguen nuestro ejemplo algún
día llegarán a un régimen de libertades. Los asuntos de los
sobres, las dietas, los desahucios y el monarca presunto adúltero
los trataremos otro día.
La verdad es que todos estos debates
nos dejaron un regusto sospechoso, menos mal que después de cada
coloquio llegan los comerciales y los anuncios de La tienda en
casa y nos recuerda que vivimos en un régimen demócrata, garante de nuestras libertades.
El Mick Jagger de la ciencia política, un oasis en los canales generalistas.
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