domingo, 16 de mayo de 2010

LOS MANOLOS

No queremos que se nos pase el final de la Liga BBVA sin comentar la polémica sobre la performance de Manolo Lama el otro día en Cuatro. El video lo insertamos ahora que para eso tenemos un blog.



El video ha corrido como la pólvora en la red y ha indignado a muchos internautas. Sin duda frikis que se pasan el día bajándose los extras de Heroes y desconocen cualquier cosa relacionada con el furgol y por extensión el Marca, El carrusel deportivo y Punto pelota.
Manolo Lama ha acertado con este indigente teuton. Quería demostrar cómo es España y los atléticos y, por Maradona, que lo ha hecho.
Es cierto que no hay cosa más peligrosa que las buenas intenciones mezcladas con la ignorancia, pero Manolo ha actuado en todo momento de buena fe. Es posible que Manolo no haya terminado de entender el término solidaridad, es posible que esté confundiendo a la gente sobre lo que es ser generoso. Es posible que se riera más de lo necesario de los compañeros más deficientes y/o gorditos de la clase cuando iba al colegio, pero siempre con la loable intención de arrancar unas risotadas en el aula. Que levante la mano el que no haya hecho un poco de mobbing de joven ¡por Maradona!

Como les ha pasado a otros grandes entretenedores, a Lama se le va a veces de la mano sus bufas y sus chanzas. Nos recuerda a veces a ese entrañable y guasón compañero de barra. De esos de café, copa y puro. Ese vacilón de bar que a veces suelta una de sus bromas fronterizas que uno no sabe si invitarle a una copa o meterle una hostia, pero en definitiva una persona que cuando no está se la echa en falta.

A nosotros Lama nos cae bien en la mitad de los días, al que no aguantamos una es al otro manolo: Manu Carreño. Nótese la gracia que le hace lo de la Visa en el bote del mendigo, para que luego digan que es el otro el que humilla...
Para quien no lo conozca, Manu Carreño lleva años en el medio televisivo saltando del periodismo deportivo al general cuando le da la gana. Especulamos que por medios ilícitos o sea lamiendo el culo, presuntamente. Sus virtudes como informador ni se las hemos visto ni se las vemos.
Por seguir con los paralelismos, Carreño nos recuerda a ese compañero de trabajo fariseo, ese que nos ríe todas las gracias, incluso las que no tenemos, para en un plisplas venderte al jefe por un café.

No acabaremos sin constar que todo lo dicho anteriormente se ha dicho para pasar un buen rato, si hemos molestado a algún manolo del mundo, pedimos perdón y abrimos nuestras piernas para que nos puedan dar una patada en los cahcaroneh.

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